CONFERENCIA ESTUDIANTIL: HÉROES DE LEYENDA

Sábado por la tarde, ¿qué hace un joven en la ciudad de México? ¡Ir a una conferencia cristiana! El 27 de septiembre los ministerios de jóvenes y universitarios sintieron el poder de Dios al ver llegar a más de 500 amigos al Salón de eventos del Monte de Piedad. Todos escuchamos un sermón lleno de pasión impartido por Alex Nava y, al final, muchos de los visitantes se sintieron animados a estudiar la Biblia.

Ni la distancia ni el clima fueron obstáculos para que compañeros de clase, vecinos y parientes llegaran al salón, ubicado al sur de la ciudad. En punto de las 3:00 PM, se escuchó la tercera llamada. Las luces se apagaron y todos presenciamos una proyección donde se nos recordaban a los grandes hombres de la historia, hombres que ahora son una leyenda, hombres y mujeres que nos desafían a pasar de lo ordinario a lo extraordinario. Después, un grupo de hermanos talentosos presentó una coreografía llena de ánimo y ritmo.

[poner foto de baile]

Al finalizar el baile, un par de hermanos de los ministerios de jóvenes dio la bienvenida a la conferencia, recordando que, si estábamos ahí, no era por coincidencia sino porque Dios así lo había planeado. Después, el coro cantó tres canciones y se hizo la presentación del predicador: Alex Nava, antiguo líder de universitarios, ahora casado y con un hijo (¡y otro de camino!).

[poner foto de Pedro y Alex]

Alex predicó con pasión sobre la necesidad de héroes en nuestras universidades, de la situación actual de un joven promedio y de cómo Dios nos llama a dejar de ser anónimos y marcar una diferencia. También recordamos a los que Alex llamó "héroes olvidados": los hombres de Hebreos 11 y su impacto en el mundo de su época. Finalmente, nos animó a seguir el ejemplo de Jesús, que no es leyenda sino un ejemplo vivo, nuestro máximo héroe, nuestro Maestro y Salvador.

[Poner foto de Nava]

Al final, muchos de los amigos (y los mismos discípulos) salieron retados, pero animados a seguir el ejemplo de los héroes bíblicos. Todavía nos faltaba una sorpresa más: ¡una lluvia que apenas nos dejó salir del salón! Aunque algunos hermanos trataron de cubrirse, otros iniciaron a hacer cosas extraordinarias y ¡terminaron mojados!

Fue un día especial y ahora todos esperamos el fruto, la cosecha. El camino para ser héroes de leyenda comenzó al terminar la clase: somos responsables de que otros se acerquen a Dios y ese es el mejor acto de heroísmo.